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Los Ascoy, un tiempo nuevo

Sobre la concepción de Los Ascoy: Cuando cumplí 25 años como músico evangelizador (2008), andaba profundamente desanimado por circunstancias y tentaciones que rodeaban mi cabeza y mi corazón en ese tiempo. De pronto en pleno concierto celebratorio mis hijos Mary y Junior me sorprendieron en vivo con una canción compuesta por ellos titulada “Otra vez”. Lloré como un niño aquella noche escuchando a mis hijos y al mismo tiempo sentí la voz de Dios diciéndome: “Tu tiempo de solista terminará. Te tengo reservado un tiempo nuevo”.

Me quedé con la certeza que sería a través de mis hijos que vendría ese tiempo nuevo. Sin embargo, no me quedó claro cuál sería mi papel en todo ello. Los siguientes once años seguí evangelizando con mis canciones contra viento y marea, pero sentía que había que dar un cambio radical a nuestro ministerio. Mis canciones clásicas se quedaron por gracia de Dios en el corazón de mucha gente (mi Generación Zanahoria), pero ya no tenían el mismo efecto en las nuevas generaciones. Poco a poco fui dejando de tocar como solista junto a mi querida “Banda Sin Futuro” (la Familia Pasache a quienes estaré eternamente agradecido por los 14 años que compartimos) y me abrí a este tiempo nuevo que Dios nos tenía reservado en familia. Quienes me conocen saben que mi opción preferencial siempre ha sido por los jóvenes y la Pastoral Juvenil. Pero hay dos cosas fundamentales que no me es posible como solista ofrecerles.

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Lo que como Luis Enrique Ascoy no me es posible ofrecer

Primero que nada no puedo darles “juventud” por razones obvias. Soy un adulto que ama a los jóvenes, pero los chicos necesitan voces jóvenes que les hablen en su lenguaje y desde su realidad. Me conmovió el Papa Francisco pidiendo perdón a los jóvenes a nombre de la Iglesia por no haberlos escuchado en estos siglos y solo haberles dado normas y sermones (Sínodo de los Jóvenes). Es hora de escuchar a los jóvenes.

Tampoco puedo dar a los jóvenes la ternura y dulzura propias de una mirada femenina. Soy un cristiano varón formado en los años ochenta, forjado en un lenguaje de denuncia contra el terrorismo y las dictaduras. Tuve canciones tiernas, sobre todo referidas a la familia pero sin el toque femenino que debemos escuchar más en la Iglesia y el mundo. El Papa Francisco nos dice que quizás la gente se aleja de nuestra Iglesia porque hemos dejado de utilizar el “lenguaje de la ternura”. Es tiempo de proclamar la verdad, pero no para ganar debates sino para salvar almas. Por ello San Pedro nos pide dar cuenta de nuestra esperanza: “con respeto, ternura y claridad de conciencia” (1 Pedro 3, 15)

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Oficialmente empieza el cambio

Es por ello que a partir de hoy y luego de 36 años de trayectoria, dejo mi camino como solista y formo con mis hijos Mary Belén y Luis Enrique Junior “Los Ascoy”. Ambos han decidido también voluntariamente dar este paso y como quien intuye el plan de Dios, ambos son comunicadores de profesión. Con la ternura femenina de Mary y el tremendo talento musical de Junior el ministerio adquirirá una renovada fuerza y un sonido diferente. Mis canciones como solista quedarán en las redes sociales y especialmente en Youtube y Spotify para que sean disfrutadas, compartidas y utilizadas.

Respecto a los conciertos

En los conciertos de “Los Ascoy” cantaremos algún popurrí o alguna canción de mi etapa anterior si la gente lo pide. Pero nuestra propuesta vigente será de ahora en adelante “Trece Razones”. Oficialmente nos convertimos en un ministerio familiar, con mi esposa Lida Hoyos tras el escenario como productora ejecutiva y “mámager” (no está mal escrito por si acaso…jejeje). Y nosotros tres estaremos compartiendo los conciertos, las charlas, las prédicas, los testimonios, e incluso la composición de los temas (solo dos de los trece temas son míos totalmente). A mis seguidores personales en todas las redes sociales les pido de todo corazón que sigan ahora a “Los Ascoy” y nos ayuden a llevar este nuevo trabajo musical tan lejos como Dios quiera, especialmente a aquellos corazones alejados de él. Tal y como lo predije en mi canción “El todo por el todo” (disco “Vuelve”) nos estamos jugando literalmente todo en familia y por el Evangelio. Contamos con su apoyo y sus oraciones ahora más que nunca.

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