Hace varios años grabé en el disco Acústico III, una reflexión previa al tema “Dibujos animados” donde compartí mi suspicacia hacia un dibujo animado llamado “La vaca y el pollito” que veían mis hijos de niños y donde el personaje llamado “el tipo rojo” o el “demonio rojo” era mostrado como alguien simpático y gracioso, no obstante representar a un demonio. En ese tiempo, un sacerdote amigo me dijo: “Estas exagerando, influenciado por aquellos que ven al diablo en todos lados”.

Sin embargo, ahora vemos como este intento por “desmaleficar” al maligno viene cobrando inusitada fuerza. Recientemente en la película “Noe”, protagonizada por Russell Crowe los “ángeles caídos” son mostrados como colaboradores en la construcción del Arca e incluso se insinúa una “redención” o perdón para ellos por este gesto en favor de la humanidad. Esta redención sería un acto de justicia divina, ya que estos ángeles caídos habrían sido injustamente desterrados del cielo (según la película) solo por querer “acompañar” al ser humano en su destino terrenal. Por supuesto esto no tiene fundamento bíblico.

Otro ejemplo es la reciente película “Maléfica” protagonizada por Angelina Jolie. Ella encarna a la bruja malvada del famoso cuento de la “Bella Durmiente”. Su aspecto cobra características demoníacas ante los prominentes “cuernos de chivo” del personaje. Estos cuernos son los que otro famoso “héroe demoníaco” llamado “Hellboy” intenta ocultar en su propia saga cinematográfica. Igualmente los encontramos tatuados en el pecho de Mick Jagger en el antiguo video clip de la canción “Simpatia por el diablo”  o en el video clip de la balada de Alejandro Sanz “Aquello que me diste” solo para darles dos ejemplos musicales entre muchos otros. En la película “Maléfica” se muestra a la protagonista como un “hada” que perdió sus alas por culpa de los humanos y finalmente es “redimida” por la ternura de la bella durmiente. Ambas restauran el “equilibrio” en ambos mundos (humanos y hadas). Todas estas películas y video clips musicales cuentan con millones de visitas y curiosamente tienen el común denominador de “desmaleficar” a lo maligno.

¿Pero estas películas no son solo fábulas de ficción?. Por supuesto que si, pero tienen una extraña sincronización con eventos reales que son preocupantes, como la cuasi-realización de una misa satánica en la Universidad de Harvard o el próximo desvelamiento de un monumento a Satanás en el Capitolio. En ambos casos, lo que se reclama es mayor “tolerancia” a las personas que no piensan como nosotros. Pero: ¿debemos ser tolerantes con lo abiertamente maléfico? Respecto a nuestra actitud frente al mal ya me referí ampliamente en un escrito anterior. Solo quiero resaltar que según las propias palabras de Jesús, Satanás es el padre de la mentira y un homicida desde el principio (Juan 8, 44) y por lo tanto no cabe redención, equilibrio o tolerancia con él y con todo lo que le atañe.