FORO: Defender la vida y la familia ¿Cómo librar esta batalla?

Como en ocasiones anteriores, esta vez quiero suscitar la participación de todos ustedes en un ejercicio de discernimiento que tiene que ver con una realidad que está sucediendo en Perú, pero que nos atañe a todos los creyentes y defensores de la vida y la familia natural en todos sitios.

En el Perú, se ha abierto el debate respecto al aborto y a la unión civil de personas del mismo sexo, ante la presentación de proyectos de ley sobre estos temas. En ambos casos, el objetivo final es mucho más profundo de lo que se quiere aparentar. Los activistas pro-aborto no buscan solo un aborto “excepcional” para situaciones extremas como los casos de violación o el llamado aborto terapéutico. A mediano plazo ellos buscan instaurar el aborto como un “derecho” que la mujer pueda ejercer de manera “libre” e inmotivada hasta las 14 semanas de gestación (como en España). Le llaman el “derecho a decidir”. Del mismo modo el colectivo homosexual no busca en realidad la unión civil, sino el matrimonio “igualitario” y la adopción de niños. En este sentido, ambos colectivos juntos, apuestan por el reemplazo “generacional” para lograr el cambio de “mentalidad” que requieren, por lo que la adopción de niños y su influencia en la educación infantil son fundamentales para ambos. Estas no son “profecías apocalípticas” venidas de una mente “fanática”; sino un simple ejercicio de deducción en base a lo que ya ha sucedido en otros países. Un “modus operandi” que se repite no solo para estos dos casos, sino también para quienes buscan la legalización de las drogas, la eutanasia, la manipulación genética, entre otras “novedades” del comportamiento humano. Detrás de esta confabulación de colectivos esta la “ideología de género” y todos enfrentan a un enemigo común: la moral cristiana. No buscan una simple reivindicación de derechos aislados, sino el cambio de visión antropológica del mundo.

Volviendo al caso peruano, ambos colectivos tienen como gran obstáculo para lograr sus objetivos, nuestra Constitución Política (Artículos 2 y 4). Inevitablemente llegará el momento en que pedirán su modificación y están preparando el camino a ello. El debate entonces da para largo y seguramente puede volverse muy intenso, no solo a nivel parlamentario, sino en todo nivel (familiar, coloquial, amical, social, profesional, etc.). ¿Cómo debemos enfrentar estos desafíos los defensores de la vida y la familia? ¿Debemos convertirnos en “cruzados contemporáneos” e ir a la confrontación abiertamente?, ¿Debemos asumir el rol de “cronistas pasivos”, buscando la conciliación a cualquier costo?, ¿Debemos evitar toda polémica y solamente orar o adorar al Señor?

En otros países estas batallas ya se han librado con resultados diversos. A veces hemos perdido largamente (España, Uruguay, Argentina, México) y en otros hemos logrado detener estos cambios (Colombia, Centroamérica). A mis amigos que viven en los países mencionados. ¿Cómo actuó la Iglesia para ganar o perder estas batallas? ¿Qué errores o aciertos cometieron los defensores de la vida en cada país, según vuestra opinión? Espero sus aportes, comentarios y sugerencias, siempre con el respeto y la altura correspondientes. Y no se olviden de visitar mi foro anterior sobre Sor Cristina y The Voice Italia.