Mansos como palomas, pero astutos como serpientes

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La Ingenuidad Original

La ingenuidad no es un pecado, pero se suele decir que a veces “pecamos de ingenuos”. Y es que el mal se vale de nuestra ingenuidad para hacernos caer en el error. Según el diccionario, la ingenuidad es “falta de malicia, astucia o experiencia”. Es carecer de la capacidad de visualizar la maldad del otro. En el relato de la caída de Adán y Eva (Génesis 3) la astuta serpiente entra en diálogo con Eva y ella comete su primer error al aceptar dicho diálogo. Este primer error de Eva no se produjo por maldad, sino por ingenuidad. Luego vino el segundo error de Eva al creerle a la serpiente y desobedecer a Dios, pero ese es otro tema.

Ser astutos como serpientes

Dos jóvenes universitarios me piden promover en mi Facebook una marcha en contra del maltrato a la mujer. ¿Qué cristiano no estaría de acuerdo con una causa tan noble? Me adjuntan un afiche y antes de postearlo me doy cuenta que en letras pequeñas figuraban las organizaciones convocantes y/o participantes. Eran las ONGs. Manuela Ramos, Promsex, Inppares, Flora Tristán, entre otras. Son instituciones que promueven ideas y conductas contrarias a los valores cristianos. Se sabe que promueven “campañas” con fines nobles para difundir en paralelo sus ideas. No caí en la ingenuidad de postear dicha información. Ya habrá otra forma de manifestar mi rechazo al maltrato a la mujer. El Evangelio nos da argumentos de sobra para ello.

Algunos creyentes apoyan por Facebook la campaña “Laicismo Ya” aquí en Perú. Efectivamente hay un laicismo lógico que la propia Iglesia practica al evitar participar en la vida política de manera partidaria. Sin embargo hay otro laicismo extremo que quiere desaparecer todo aporte, mención, influencia u opinión desde la fe en la vida social, política y cultural del país. Quieren quitar la mención “Dios de Jacob” del Himno Nacional, y luego seguramente quitar los crucifijos. Quieren prohibir las oraciones en los colegios como en otros países. Es obvio que detrás de esta campaña está el laicismo extremo. Y si algún día llega al gobierno, sería una ingenuidad pensar que su actuación va a ser moderada con la fe. Actuarán como una dictadura anti-fe como ya se viene dando en otros países. ¿Aun así seguirían apoyándoles?

Hay candidatos presidenciales que nos ofrecen modificaciones constitucionales. Esto incluye «derechos» nuevos, y aparentes reivindicaciones justas. En todos los países en donde se han dado estos cambios (aborto, matrimonio igualitario, legalización de las drogas, etc) la fe de esos pueblos se ha venido abajo sin excepción. Los valores y virtudes cristianas se han dejado de practicar. Si alguien se dice «evangelizador» o «agente pastoral», ¿no sería poco menos que una ingenuidad apoyar a candidatos que a la larga buscan eliminar la fe de nuestro pueblo?

Ser Astutos de Acuerdo a Palabra

Jesús mismo reconocía que “los hijos de este mundo son más astutos con los de su generación que los hijos de la luz” (Lucas 16, 8). Por ello pedía que sus discípulos sean: “astutos (prudentes) como las serpientes y sencillos como las palomas” (Mateo 10, 16). San Pablo también les decía a los cristianos de Corinto: “No sean niños en juicio. Sean niños en malicia, pero hombres maduros en juicio” (1 Corintios 14, 20). Si somos realmente discípulos de Cristo y misioneros de su Evangelio, evitemos apoyar causas promovidas por sectores expresamente anti- vida, anti-familia y anti-fe, etc. Pidamos al Espíritu Santo el discernimiento para distinguir los objetivos verdaderos de las “campañas” que se promueven.

Posdata.- A quienes apoyan estas “causas anti-vida, anti-familia y anti-fe” haciéndose pasar por cristianos o creyentes (sería una ingenuidad pensar que todos lo hacen solo por ingenuidad) por si acaso esta reflexión no está dirigida a ustedes, con todo respeto.

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