¡Feliz primer aniversario… querido Papa Francisco!

Era miércoles por la tarde y estábamos en día de descanso en medio de una gira por varias ciudades de México. La providencia de Dios hizo posible que me acompañe mi hijo Luis Enrique Jr. por lo que pude compartir ese momento tan especial con él en la casa de unos amigos en la ciudad de Orizaba – Veracruz. Me tocó hacer mi programa ¡Hola Zanahorias! vía Skype y por supuesto con el televisor prendido en simultáneo, atento a los acontecimientos. De pronto anunciaron que había finalmente “humo blanco” y ya teníamos nuevo Papa. Sorprendió a todos la relativa celeridad con que se consiguió la votación necesaria para ello.

Entre el “humo blanco” y la presentación oficial del nuevo Papa pasaron cerca de 45 minutos. Me quedé con las ganas de anunciar el nombre del nuevo Papa durante mi programa en vivo. Tuve que despedirme de los oyentes y me quedé con Junior pendientes del televisor, haciendo lo que todo el mundo hizo en esos minutos de espera. Especulábamos sobre si sería uno de los italianos más voceados. Yo tenía la intuición que podría ser un Cardenal Filipino bastante joven. Luis Enrique Junior en cambio pensaba que podría ser un africano. Honestamente ni cruzaba por nuestra mente que podría ser un latinoamericano. Los minutos transcurrían y los nervios aumentaban.

De pronto apareció en el balcón un Cardenal de origen francés, que anunció el nombre del nuevo Papa. Dijo con cierta dificultad el nombre de Giorgio Mario, hasta lo cual no lograba reconocer la identidad del personaje. Pero cuando pronunció el apellido Bergoglio, caí en la cuenta que se trataba del Cardenal Argentino. En Sudamérica sabíamos ya quién era Jorge Mario Bergoglio. Un Cardenal con una sencillez innata, que viaja en el “subte”, que tiene un intenso y sincero trato personal con la gente. Conocíamos de su coherente postura frente a las madres solteras que querían bautizar a sus hijos y encontraban obstáculos en la Iglesia. Vinieron a mi mente todos mis buenos amigos y hermanos de fe que tengo en la Argentina, especialmente del Movimiento de la Palabra de Dios, en el cual participamos mi familia y yo desde hace 10 años, por invitación de Daniel Poli. Fue allí, que emocionado hasta las lágrimas me arrodillé en plena sala de dicha casa para agradecer a Dios por esta bendición.

Lo primero que hizo al aparecer el Papa Francisco fue contar un chiste, diciendo que habían ido a buscar al Papa hasta el fin del mundo (Argentina se ubica en el extremo sur de América). Lo segundo fue pedir humildemente que oremos por él. Dos gestos suficientes para avizorar un tiempo de cambios para nuestra Iglesia, acompañado por la brisa de nuevos y “buenos” aires, provenientes del Santo Espíritu de Dios. ¡Feliz primer aniversario querido Papa Francisco!. Afirmas todos los días con tus homilías y enseñanzas, la Palabra de Dios en nuestro corazón y la “Evangeli Gaudium” como libro de consulta permanente. ¡Feliz primer aniversario querido Papa Francisco, de todo corazón!