El Arca de la alianza era un cofre revestido de oro donde se guardaban las tablas de la Ley, un poco de maná y la vara de Aarón. Para los judíos era la morada de Dios en la tierra. Para los católicos, la Virgen María es el Arca de la nueva alianza, pues llevó en su seno a Jesús, el Verbo hecho carne, el pan vivo bajado del cielo y el Sacerdote por excelencia. Aquí algunos paralelismos bíblicos que lo confirman:

1.- La gloria del Señor se posa en forma de nube sobre el Arca y la “cubre” (episkiazen) (Éxodo 40, 34,35), mientras que El Espíritu Santo viene sobre María y el poder del Altísimo la “cubre” (episkiasei) (Lucas 1, 35).

2.- David “se levantó y fue” a la región montañosa de Judá llevando el Arca (2 Samuel 6, 2), mientras María “se levantó y fue” a la región montañosa de Judá para visitar a Isabel (Lucas 1, 39).

3.- David exclama: “¿Cómo voy a llevar a mi casa el arca de Yavé?” (2 Samuel 6, 9), mientras que Isabel exclama: “¿De dónde a mí que la madre del Señor venga a mí?” (Lucas 1, 43).

4.- David “saltaba” ante el arca mientras la llevaban (2 Samuel 6, 15-16), mientras que Juan “salta” en el vientre de Isabel al escuchar la voz de María (Lucas 1, 41-42).

5.- El arca permaneció en la montaña, en casa de Obededom, durante “tres meses” (2 Samuel 6, 11), mientras que la Virgen María se quedó en la región montañosa, en casa de Isabel, “tres meses” (Lucas 1, 56).

6.- El Apocalipsis dice: “Y se abrió el Santuario de Dios en el cielo y apareció el arca de su alianza” (Apoc 11, 19ª), mientras que en el siguiente versículo dice: “Una gran señal apareció en el cielo, una mujer vestida de sol, con la luna bajo sus pies” (Apoc 12, 1ª)

     Estos paralelismos demuestran que María es el Arca de la nueva alianza y también respaldan los dogmas marianos que enseña la Iglesia.